Fray Eliseo Ruiz González OFM, en su obra "P. Fr. José Pérez R., O.F.M., Relato de la vida y muerte trágica del humilde sacerdote franciscano", continúa narrando la épica de seminarista y fraile del sacerdote sacrificado en las cercanías de San Juan Bautista Cacalote, en el municipio de Tarimoro.
"Las cosas siguen su curso. La vida que es movimiento, no se detiene. Qué rápido crecen los niños, pronto llegan a ser jóvenes y luego adultos. David Pérez es ya un jovencito, anda en los 14 años de edad. Tiempo en que aparecen los trazos vagos de ciertos perfiles, los indicios de algunas cualidades físicas, intelectuales, morales y al mismo tiempo brotes de hierba mala. e comienza a soñar, a percibir en la lejanía la imagen imprecisa de un ideal".
"Con el tiempo tomará forma clara, brillante, hermosa en la mente del joven, que correrá a su alcance con bríos incontenibles. Los jóvenes son generosos, soñadores y nobles".
"Así es el jovencillo David Pérez. A mi juicio, le vienen al pelo estas palabras del libro dela Sabiduría: Era yo un muchacho de buen natural, me cupo en suerte una alma buena. (Sab. 8, 19)."
"Es indudable que a su buen natural se juntó la gracia de Dios. Fuerza misteriosa que eleva y perfecciona la naturaleza humana sin destruir sus bellas cualidades. Fermento que bonifica al hombre, como la levadura evangélica bonifica la masa que habrá de convertirse en sabroso pan".
"Se puede suponer razonablemente que la frecuencia del trato con los Padres Franciscanos, las enseñanzas de ellos recibidas, el ejercicio de las prácticas piadosas, como también la sencillez del ambiente pueblerino y el calorcito amoroso del hogar paterno fueron factores adecuados adecuados y decisivos para que el buen natural del muchacho se desenvolviese franco, sin obstáculos capaces de torcerlo o echarlo a perder; para que sí mismo fueran despuntando paulatinamente seguros los brotes tiernos de la naturaleza y de la gracia, que luego habrán de marcarle la directriz a seguir en el curso de la vida".
"Algunos jóvenes suelen manifestar sus inquietudes, su pensamiento con expresiones semejantes a éstas: Sí, me agrada la vida con todas las satisfacciones que promete, a pesar de los problemas que suelen presentarse. ïenso que e sbueno, hermoso formar un hogar en compañía de una muchacha fresca, bonita y amante, pero que sea fecunda para darme hijos preciosos".
"Sin embargo, yo presiento, me inquieta algo distinto a todo eso. Desde hace tiempo se ha clavado en mi mente una idea, ha surgido en mi corazón un deseo. No sé... no sé qué hacer."
"¿Qué es, pues lo que quieres?
Deseo ser fraile franciscano y Sacerdote, como usted.
Por ventura, en la soledad del alma, allá en la hondura de tu ser ¿has oído alguna voz, como el Profeta Samuel oyó la voz del Señor que le llamaba?
Me parece que así ha sucedido".
"Bien. Mas para llegar a ser fraile franciscano y Sacerdote se precisa estudiar lo conveniente durante algunos años, vivir sujeto a observancias austeras, contrae los compromisos impuestos en la profesión de los votos religiosos."
Templo de San Francisco, en Santiago de Querétaro |
"No es difícil imaginarse la vida y comportamiento que los jóvenes seminaristas observan en establecimientos de ésta naturaleza. Rutina diaria, libros de texto, asistencia a clases, actos de piedad. Sin embargo, no es fastidiosa, porque no faltan algunas alegrías y satisfacciones inocentes, a pesar del sobresalto que los exámenes provocan al fin de curso. El seminarista vive bajo la mirada observadora y la dirección prudente de Sacerdotes experimentados".
Ubicación Geosatelital del Templo
de San Francisco, en Santiago de Querétaro
"Para David parece que todo va saliendo bien. Las cosas marchan con viento en popa. El proceso lógico de los acontecimientos se desarrolla con regularidad a trancos más o menos largos, Cuatro años son poca cosa en la apreciación de un muchacho. Es un paso más hacia la realización de los proyectos concebidos, del ideal soñado, Pero es también un paso más serio que reviste cierta trascendencia, por cuanto se trata ya de la iniciación en la vida de fraile franciscano. Comienzan desde este instante las austeridades, el enclaustramiento; el silencio sonoro del alma, la soledad y el apartamiento en la celda conventual".
"A pesar de este panorama, a primera vista poco halagador, no muy atractivo, David se mantiene firme en sus intentos. Un buen día pide se le conceda la gracia de vestir el hábito franciscano para servir a Dios, hacer penitencia y conseguir más fácilmente la salvación".
"Se trata, claro está, de un buen muchacho, de un buen candidato; así es que no hay razón prudente para no acceder a sus deseos de ingresar al Noviciado".
Ex Convento de Bucareli. Sierra Gorda de Querétaro |
Ubicación Geosatelital del ex Convento de Bucareli,
en la Sierra Gorda de Querétaro
"Los sacerdotes que impartirían la educación religiosa fueron los Rr.PP. Isidoro Ávila: Fr. Dámaso Ávalos, primer Maestro de Novicios; Fr. Gregorio Linares, segundo Maestro de Novicios; Fr. Salvador Monroy".
"¡Es impresionante la ceremonia de imponer el hábito franciscano a jóvenes generosos, como David! Parece increíble que, estando en la edad florida, se muestren resueltos a aceptar la renunciación de sí mismos. ¡Cuantas posibilidades y oportunidades pueden estar contenidas, latentes si se quiere, en un joven de 18 años de edad!"
"El acto de imponer el hábito bendito a David y a otros compañeros suyos se verificó el día 7 de febrero de 1908 en dicho Convento de Bucareli, situado como ya hemos dicho en las anfractuosidades de la salvaje, abrupta, Sierra Gorda del Estado de Querétaro, construido como un nido de águilas en la cumbre de altos picachos, rodeado de cerros por todas partes y al borde de la espantable profundidad de las barrancas. Es este lugar en donde jamás las nubes dejan caer su preciosa carga de líquido elemento; en donde los vientos corren desbocados, rugen con furia y azotan sin piedad. A Bucareli se llega a pezuña de caballo, de asno o a pie. Después de subir... subir... por trochas y veredas, se dejar ver por fin el Convento franciscano, impasible, solemne en medio de aquella soledad imponente."
"¿Luz?... la del sol".
"¿Comodidades? ¡Qué ocurrencia! si parece que en este lugar toda incomodidad tiene su propio asiento".
"A David le impusieron el nombre de Fr Querubín".
"Cualquiera podría pensar que en un sitio como este reinaría la tristeza o el desaliento; sin embargo, hay poesía en el convento. los Novicios -bandada de pájaros parleros, jóvenes idealistas, románticos y soñadores- ponen la nota luminosa de la alegría encantadora".
"Fr. Querubín, ¿en que sueñas? ¿qué piensas?"
"Soñaba y esperaba ansioso el momento de contemplar su cuerpo vestido ya con el hábito franciscano, ceñido con la simple cuerda de tres nudos; de ver sus pies desnudos aprisionados por la hermosa y elocuente sandalia".
"Pensaba y estaba a la expectativa de que sonaran las doce horas de la noche. Las horas llenas de misterio en que Natura parece que duerme y los frailes del Convento despiertan y van al templo a semitonar Maitines y Laudes en alabanza de nuestro Señor. Todos forman un conjunto en que alternan y se mezclan las voces graves de los Novicios. ¡Cuán inefable, sobrecogedor es, a esas horas, escuchar la lira armoniosa del rey David y la elegancia majestuosa de la lengua latina".
"Las velas de sebo parpadean... mortecina e incierta es su flama, y poco a poco se consumen mientras los frailes salmodian con fervor. A la una de la mañana vuelven los frailes en fila a pasar por los claustros y se dirigen a las celdas a descansar en unas cuantas horas; pero antes de que por el oriente despunte la aurora, están de nuevo en pie. Comienza la faena diurna, consistente en: meditación, rezo del Breviario, asistencia a la celebración de la Santa Misa. Vienen después el desayuno, las instrucciones o conferencias del Maestro de Novicios sobre Teología Mística, explicación de la Regla, naturaleza y alcance de los votos religiosos, legislación de la Orden Franciscana, enseñanz ay práctica de Rúbricas y Ceremonias, modo fructuoso de asistir a la celebración de la Misa o tomar parte en ella o en otros actos litúrgicos".
"No es inflexible la rigidez aparente, pue sno escasean la shoras de recreación o paseos afuera del convento. Así prosigue la secuela hasta caer en la tarde y a la primera ora del anoche suena la campana indicando con su tañido que debe guardarse silencio absoluto y luego... a dormir. A las doce de la noche vuelve a iniciarse la actividad del nuevo día. Dichas ejercitaciones se prolongan durante el transcurso de un año completo, al cabo del cual el novicio, si persiste en el intento y los Superiores lo juzgan apto, es admitido a pronunciar la promesa de guardar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, la Regla de nuestro Padre San Francisco viviendo en obediencia, en castidad y sin propiedad durante le espacio de tres años. A esta promesa se le da el nombre de profesión simple".
Convento y Basílica de Zapopan, Jalisco. Lugar donde Fray José Pérez efectuó finalmente su noviciado. |
Ubicación Geosatelital del Convento
y Basílica de Zapopan, Jalisco.
Después de haber sanado, tomó de nuevo el hábito y se le impuso el nombre de Fr. José, y así será conocido en el futuro por miles y miles de gentes... Luego fue trasladado al Convento de Zapopan, Jal. para que terminara el Noviciado. Allí tuvo de Maestro al venerable Padre Fr. Buenaventura Tovar. Por fin, emite la Profesión simple el día 8 de febrero de 1909, y en la ciudad de Santiago de Querétaro pronuncia la Profesión solemne o perpetua el 5 de octubre de 1912".
Convento de El Pueblito, Querétaro |
Ubicación Geosatelital del Convento y
Santuario de El Pueblito, Querétaro
"El flamante escolapio Fr. José observa perfectamente la vida común; nada extraordinario o digno de notarse se observa en su comportamiento. Asiste a las clases con asiduidad, a las prácticas conventuales con naturalidad".
Tlalpujahua de los Rayón, Michoacán. |
Ubicación Geosatelital de
Tlalpujahua de los Rayón, Mich.
"El buen compañero Fr. José de carácter amable y fraternal, no podía faltar en esas reuniones no dejar de tomar parte de los regocijos estudiantiles. A mi me parece que el amor de los frailecitos entre sí es diáfano como la luz y limpio como la nieve; sincera su vida envuelta en santa simplicidad, pues viviendo como viven, desprendidos de muchas preocupaciones terrenas, confiados tan sólo en la amorosa Providencia de Dios, estaban en condiciones excepcionales de poseer la verdadera alegría franciscana".
"No cabe duda que la unión de almas y corazones es un factor importante que contribuye de manera eficaz a mantener firme el sentimiento de sano optimismo".
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