El sacrificio del guanajuatense Fray José Pérez: Excelentes son estos mexicanos

Eugenio Amézquita Velasco

SALVATIERRA/TARIMORO/CORONEO, GTO.- Fray Eliseo Ruiz OFM, fraile de la Provincia Franciscana de San Pedro y San Pablo de Michoacán, que tiene su sede de la Curia Provincial en Celaya, era originario de Salvatierra, Gto.

En Marzo de 1973, el ministro provincial de aquel entonces, Fray Alfonso Mercado A., en la presentación del libro del "Fr. José Pérez R., O.F.M.: Relato de la vida y muerte trágica del humilde sacerdote franciscano", del mismo fray Eliseo, los describe a los dos -libro y hermano-: "El libro que tienes en tus manos ha sido trabajado por el R.P. Eliseo Ruiz G., O.F.M. con mucho entusiasmo y dedicación".

"Si ya conoces al P. Eliseo, no necesito decirte nada acerca de él. Si no lo conoces, creeme que no me bastarían estas páginas para hablarte de su cultura enciclopédica, de su fino estilo literario y pulcro lenguaje, de su inquietud investigadora y de los muchos años que ha pasado reuniendo documentos y objetos de valor que puedan significar algo en el acervo histórico, artístico y cultural de nuestra Provincia franciscana de Michoacán".

"Por muchos años el P. Eliseo vivió en nuestro convento de Salvatierra, Gto., aparte de ser oriundo de esa bella ciudad bañada por el Lerma. Los devotos de Fr. José Pérez saben bien cuán ligada está Salvatierra a la historia" de este fraile sacrificado en la época cristera".

Así, los padres franciscanos han proporcionado esta obra que concentra parte de la vida, ministerio y sacrificio de Fray José Pérez Rojas, originario de Coroneo, Guanajuato, bello y tranquilo municipio ubicado en la esquina sureste de la entidad, limítrofe con Michoacán y Querétaro.

Deseosos de dar a conocer a este distinguido guanajuatense, fraile franciscano y guanajuatense, que año con año, el 19 de marzo los mismos guanajuatenses y devotos venidos de diversas partes de la república mexicana acuden a celebrar el onomástico del sacerdote -ejecutado por la causa de Cristo- en una sencilla capillita ubicada en el municipio de Tarimoro, cerca de la comunidad de San Juan Bautista Cacalote, a un costado de la carretera Celaya-Salvatierra, compartimos este que es el primer capítulo de dicha obra de Fray Eliseo Ruiz.

Excelentes son estos mexicanos

Fray Eliseo Ruiz hace una descripción del pueblo mexicano que sufrió a principios del siglo XX, durante el período presidencial de Plutarco Elías Calles, la persecución cristera.

"De índole mansa, de bondad afectuosa, siempre optimistas, generosos y ardientes. Su modo de hablar es dulce como el canto de una plegaria; abundan los adjetivos, los gentilicios y los nombres en diminutivo".

"Caballeros sin tacha y sin miedo, como los hidalgos españoles; no fanfarrones, prontos a rectificar si han erado, patriotas a toda prueba, tenaces en la fe de sus padres... Cumplimentadores, pero no serviles, tienen el culto de la hospitalidad, a todos llaman señor o señora, aunque sea lustrador de calzado, lavandera, cargador o sirvienta. Son graciosos sus saludos augurales, enflorados de palabras delicadas".

"Dignos al pedir un favor, que agradecen con una sonrisa. Ante todo son buenos cristianos y piadosos a toda prueba. Saludan a los Sacerdotes con estos términos: venerable Ministro de Dios, a quien amo como a un Padre; padrecito".

"Se descubren ante el sacerdote, le besan la mano y piden la bendición. A las monjas y religiosas les las llaman Madre o madrecita".

"Tales son los mexicanos, hermanos de muchos pueblos por la religión, por la civilización y por el carácter. Estos son los mexicanos que están escribiendo hermosísimas páginas de heroísmo y de santidad en el libro de la Iglesia Católica. La púrpura de su sangre despide brillos de oro, como aurora que promete un pleno día de sol radiante".

"Este es el México que sufre el inaudito tomento de la vivisección brutal de sus entrañas y presenta un espectáculo de circo romano, mientras las naciones civilizadas lo contemplan con los brazos cruzados y con una sonrisa cínica en los labios".

"Este es el México que se ciñe una nueva corona preciosa de rubíes; el México que deposita sobre la tumba de sus héroes y de sus mártires los lauros del triunfo y de la gloria".

"Este es el México que llama Madrecita a la Virgen de Guadalupe y que aclama con grito sonoro y terrible a Cristo Rey. Porque Guadalupe significa "río de luz". Y en verdad apareció, hace más de cuatro centurias, la Virgen de Guadalupe sobre la colina del Tepeyácac como faro de luz inextinguible, he hizo a México el regalo de su imagen taumaturga".

"Desde aquel día México y Guadalupe son sinónimos, porque en todo tiempo el patriotismo y la religión han escrito Guadalupe páginas sublimes".

"Guadalupe; he aquí el fundamento religioso de este pueblo que ha luchado contra sus opresores políticos y anti-religiosos; que se siente fuerte y protegido a la sombra del célebre santuario guadalupano, oasis de paz y trono de la Madre bienaventurada".

"Porque en México nació la festividad de Cristo Rey. Efectivamente, en 1910 el episcopado mexicano elevó una súplica al Pontífice Pío X, para que le permitiese adornar la imagen del Sagrado Corazón de Jesús con los símbolos de la realeza, es decir, corona y cetro".

"El día 6 de enero de 1914, Epifanía del Señor, en toda la República Mexicana fueron colocados estos símbolos a las estatuas e imágenes del Sagrado Corazón de Jesús, ofrecidos por un pueblo al verdadero Rey de las almas, cuyo reino no tendrá fin".

"Mas la celebración litúrgica de la realeza de Cristo fue restablecida el 11 de diciembre de 1925 por el Sumo Pontífice Pío XI".

"¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Virgen de Guadalupe! Este será en adelante el grito estentóreo del pueblo mexicano que gime en el dolor que le redime. Ésta será la contraseña que habrá de distinguir a las víctimas de los verdugos; éste será como orden perentoria de la movilización para el pueblo creyente de México; aún en los tiempos de opresión de don Plutarco Elías Calles y de amenazas de la metralla".

"Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe han movilizado siempre al pueblo católico de México".

"Así contemplamos imponentes manifestaciones de amor, dándose cita en la Basílica de Guadalupe millares de peregrinos, venidos de todos los rincones del país en todos los medios imaginables de transporte".

"Muchos a pie descalzo, en hábito de penitencia o vestidos de policromados trajes, portando cartulinas impresas con la ya famosa inscripción: ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Virgen de Guadalupe!, banderas, estandartes y coronas de flores".

"Son igualmente admirables las romerías, las peregrinaciones que el pueblo emprende hacia el hermosísimo Monumento del "Cerro del Cubilete", erigido a la majestad de Cristo Rey por el episcopado y por él y el pueblo de México. Podrá forjarse idea de su grandiosidad solamente quien haya visto el Monumento y presenciado el espectáculo".

"La fe y la valentía del pueblo, la fortaleza y el heroísmo del Clero Católico revisten caracteres epónimos".

"En verdad son excelentes estos Mexicanos".

Bibliografía:
P. Fr. José Pérez R. O.F.M.
Relato de la vida y muerte trágica del
humilde sacerdote Franciscano
Fr. Eliseo Ruiz González G., O.F.M.
México, 1973


Ubicación Geosatelital de la Capilla de San José
Construida en el predio donde fuera sacrificado
Fray José Pérez Rojas OFM


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