¿Quiénes somos?
Un grupo de hombres cristianos, llamados por Dios de todas partes del mundo para una misión especial: ¡custodiar su Casa!
Todo inicia con la presencia de San Francisco en Tierra Santa, él llega a esos lugares a comienzos del siglo XIII, movido por el amor a Cristo pobre y crucificado.
Llega a Oriente Medio para “tocar” estos espacios, testimonio insustituible de la revelación de Dios y de su amor por el hombre.
En esta visita a los Lugares Santos San Francisco se reunión con el sultán Melek el-Kamel gobernante en Tierra Santa en ese momento. Este encuentro se realizó de manera pacífica y así dio inicio la presencia franciscana en Tierra Santa.
Desde el siglo XIII hasta el presente momento la presencia de nosotros, franciscanos, imprime un estilo muy característico en la custodia de estos Lugares Santos.
Desde siempre en la vida franciscana se ha venerado en forma especial la encarnación de Jesús. Los frailes franciscanos amamos la Tierra Santa. Para nosotros, amar esta Tierra significa amar a Jesús. Y no podemos pensar en Jesús sin amar su Tierra.
¿Quién encomendó esta misión a los Franciscanos? La iglesia Católica constatando la especial manera de sentirse unidos a estos Lugares Santos le encomienda a los franciscanos custodiar estos espacios donde se lleva a cabo la encarnación del Hijo de Dios.
Son 3 las acciones concretas que los frailes franciscanos realizan para llevar a cabo la custodia de estos espacios santos:
1. Animando los Santos Lugares con la liturgia para los peregrinos y para las iglesias locales.
2. Acogiendo a los peregrinos que vienen de todas partes del mundo para rezar y descansar en estos Lugares.
3. Y manteniendo las estructuras de estos Lugares para que funciones correctamente.
En resumen: somos una fraternidad de la Orden de los Hermanos Menores que, viviendo en Tierra Santa, custodiamos, estudiamos y hacemos acogedores los Lugares que son el origen de la fe cristiana y, viviendo en ellos, anunciamos las maravillas del amor que el Altísimo, Omnipotente y Buen Señor AQUÍ quiso hacerse hombre como nosotros para la salvación de todo el género humano.
La Custodia de Tierra Santa multiplica su actividad gracias a la ayuda de los Comisariados, frailes de la Orden Menor que trabajan para ser “puentes entre la Tierra Santa y los cristianos de todo el mundo”.
Los Comisarios trabajan en los territorios de sus provincias franciscanas:
• recogen los donativos de la colecta “Pro Terra Sancta” del Viernes Santo,
• promueven las jornadas dedicadas a Tierra Santa,
• buscan ayudas para que la misión franciscana de Tierra Santa puede continuar,
• organizan las peregrinaciones a los lugares bíblicos y difunden el material informativo y los objetos religiosos fabricados en Tierra Santa.
Actualmente los Comisariados de Tierra Santa están distribuidos por 44 países de todo el mundo con un número aproximado de 84 Comisariados.
Los orígenes históricos:
El origen de los Comisariados de Tierra Santa es antiquísimo y surgió por la gran dificultad por parte de la Custodia de asumir sus compromisos en una situación política y religiosa tan compleja.
Siendo conscientes de que ni la vida de los frailes ni la conservación de los Santos Lugares era posible sin la ayuda de los Príncipes cristianos, los primeros Estatutos de la Custodia (1377) establecieron que el Custodio designara a uno o dos laicos para la atender la administración de las limosnas.
Medio siglo más tarde se instituyó oficialmente la figura del Comisario de Tierra Santa con la bula His quae del Papa Martín V (24 de febrero de 1421).
Más recientemente, el Papa Pablo VI declaró que la actividad de los Comisarios “tan benemérita en el pasado, todavía sigue siendo válida y funcional” (Pablo VI, Nobis in animo).
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